Hace pocos días mi hija Marta , que es súper listísima (aunque sea yo su madre quien lo diga ), me comentaba que los Realitys Show habían llegado a tal extremo que no tardaríamos en ver uno , en el que el premio sería la muerte del concursante . Y ya veo a todos persiguiéndoles a ver quien le da el tiro certero. Yo le comentaba que eso no podía ser, y que la sensibilidad social, no dejaría llegar a tal extremo. Pero es que la audiencia es muy cojonera – me decía ella con esa carita de ángel que tiene .................. La curiosidad y el morbo humano, está siempre presente en uno de aquellos huecos de la conciencia que se limitan a pasarse por alto la moralidad. El cotilleo nacional esta en el orden del día , solo tenemos que ver los programas del famoseo donde lo que cuenta es saber más , y sobre todo saber más intimidades de quien sea .. Para después previo pago ir a contarlos a la tele. Cuando se emitió el primer Gran Hermano , la verdad es que me hice s
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