


LOS EFECTOS DE LA CRISIS
Toda gran catástrofe tiene sus consecuencias psicosociales tanto inmediatas como tardías. Al igual que después del 11-M, existió durante mucho tiempo después el pánico, y el shock post traumático, en esta súper-mega – crisis que estamos padeciendo, también conlleva efectos notorios y nefastos.
El señuelo de la crisis , no solo se revela en las cuentas bancarias , en la cesta de la compra diaria , o en la adquisición de una vivienda , sino que da coletazos a otras esferas del ser humano demasiado inquietantes . Ahora pues , existen más atracos , , más secuestros en manos de fingidos terroristas , más muertes de violencia de genero por desaprensivos , aumento de la delincuencia, tanto callejera como en el parqué de la Bolsa . A esto añadimos, los efectos psicosociales y psicosomáticos que se van acrecentando y que seguirán, seguramente esta espiral en los meses sucesivos.
Existen hoy más casos de depresión , crisis de ansiedad , infartos de miocardio , así como una tendencia superior en accidentes de tráfico y excesivo consumo de sustancias tóxicas .
Por increíble que parezca la crisis económica, arrastra como un tsunami todas estas variables.
………….
El otro día sin ir más lejos, en mi media hora de desayuno, ocasión que aprovecho para alejarme del ambiente del curro y leer la prensa tranquilita, una situación me desbordó mi bocata de pan con tomate y jamón.
En la mesa contigua a la mía, en el bareto donde desayuno, una madre y sus dos hijos discutían acaloradamente.
La madre entrada en años y en arrugas rondaría los sesenta .Vestía humildemente, y escuchaba atónita el planteamiento que le hacían sus hijos.
Uno tenía pinta de drogata sin rehabilitar, con ese olor ceniza en el rostro tan característico, y un hablar desbordado y chillón. El tipejo rondaría la treintena.
El otro hijo de veinte y pocos, con melena lacia sobre los hombros, pantalones ajustados, y botas con relucientes hebillas, lucia dos grandes tatuajes en ambos brazos.
Discutían al parecer por repartirse la pensión de su madre, que no daba crédito.
Intentaron convencerla con los más variopintos argumentos, que iban desde el grito puro y duro hasta la humillación y el lloriqueo.
La madre mantenía como podía la compostura, apretando los dientes, con un sufrimiento indescriptible. Le preguntaban que cuanto cobraba, y explicaciones vanas de posibles y dudosas deudas de ambos acabaron por hacer que ese pobre mujer , sacara de su bolso de plástico negro , un sobre marrón que contenía los 400 euros de la pensión , que repartió entre ambos después de pagar íntegramente el copioso desayuno que ya se habían tragado los mascuerzos .
Les aseguro que el café con leche se me cortó al instante , teniendo que salir corriendo hasta el lavabo más próximo para echar la ultima papilla.
Tan solo la punta del iceberg de una sociedad que se esta corrompiendo, y como no exista una inyección, como en América del Estado no se donde vamos a ir a parar….
Tristeza... solo me dio tristeza
Angels Vinuesa
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