Apareció un día por la consulta. Era una mujer joven que rozaba la treintena y a la que conocía hacia ya varios años. La relación con su pareja le había causado bastantes contratiempos, bebía en exceso y siempre la insultaba.La menospreciaba delante de sus amistades y ella se volvió excesivamente celosa de él. Esa turbulenta relación, estaba ya contaminada hacia tiempo. Ella sabía que no tenía que seguir asi, y que las humillaciones de él eran del todo intolerables. Pero el amor, o quizás seguramente no era amor eso, le hacia sentirse dependiente de él a todas horas. Ocasión que él aprovechaba para seguir menospreciándola. Había sufrido un aborto, después de la negativa de él de tener el niño, y de haber pateado su vientre literalmente. Aquella mañana acudió a la consulta con grandes gafas de sol y en un estado deplorable. Había adelgazado mucho desde la última vez que la vi, y se la veía muy nerviosa. No hicieron falta muchas palabras para...
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