


Hoy es uno de esos sábados en los que desearías quedarte durmiendo hasta las tantas, sin tener que decidir que actividad harás, ya que la jornada laboral ha finalizado hasta que llegue el sacrificado lunes y vuelvas a comenzar con la rutina.
Es un sábado sombrío, lleno de niebla y lluvia permanente que no se decide a marcharse aunque ya estemos casi en el solsticio de verano.
En ese ir y venir en tren desde Reus a Barna me vuelvo a ver en la misma butaquita de color azul de los Cataluña Express como cada fin de semana.
El tren circula a ritmo acompasado y el traqueteo entre las vías me trae a la memoria recuerdos y sonidos conocidos.
Mi hija Sonia ha decidido acompañarme y duerme plácidamente en el sillón de enfrente. La miro en su relajado sueño y me sorprendo de lo mucho que ha crecido.
La vida pasa casi sin darte cuente a ritmo acelerado y es, tanta la prisa que tenemos por vivirla que en muchas ocasiones se nos queda en el camino.
Sonia es una mujer con suerte, tiene ese don especial de conseguir siempre todo lo que quiere con facilidad extrema.
Dotada de una inteligencia superior a la media ha sobresalido siempre en todas las circunstancias, aún y a pesar de no proponérselo.
Deportista aventajada pasó su niñez y parte de su pre-adolescencia en una disciplina del deporte, quizás la más peliaguda de todas: La Gimnasia Rítmica.
Es este deporte lo consiguió casi todo, y una vitrina repleta de copas y medallas que reposa en el salón de mi casa es fiel testigo de esta afirmación.
Multitud de trofeos adornaron una infancia llena de éxitos.
Con ese don especial con la que los dioses la han bendecido a la edad 14 años abandonó la rítmica cuando estaba en el cenit de su carrera deportiva. Fue entonces cuando se abrigó en el deporte de equipo para dejar las individualidades y gozar del deporte.
El volei bol en todas sus vertientes la han acompañado hasta ayer mismo y como el ocurrió en la otra disciplina deportiva fue exitosa también en esta modalidad.
La naturaleza la ha hecho bella por dentro y por fuera, y es hoy una prestigiosa abogada. Es con este panorama plagado de exitos cuando hoy me comentaba que no se sentía feliz, y la verdad me ha dejado anonadada.
Yo que siempre he tenido que luchar contra viento y marea en todos los acontecimientos de mi vida. Que siempre he sorteado las dificultades con muchísimo trabajo, me pregunto que rondará por su mente para hacerme esta afirmación.
Su vida como si de una estela se tratase ha sido bordada a lo largo de su existencia de cosas que van desde las buenas a las buenísimas
Y sin embargo afirma que no se siente feliz.
¡Como son los hijos!
Parte de tus entrañas que revolotean alrededor tuyo y nunca se alejan lo suficiente.
Los hijos como parte de tu vida fundamental en tu existencia donde el cariño desinteresado e inconmensurable te llena de felicidad. Por más que existan pequeñas diferencias es tanta la entrega que quedan resarcidos los pequeños escollos sin dar ninguna importancia.
La miro mientras duerme y el tren sigue comiéndose el paisaje anunciándome la voz metálica del ordenador que casi estoy en mi destino. .
Angels Vinuesa.
Comentarios
"La mitad de la vida es suerte; la otra mitad debe ser disciplina, pues sin esta no sabremos administrar la buena suerte" -Voltaire
Si lo dice voltaire....
Un besito