EL HOMBRE DE LA PLAYA (Basado en un hecho real) El hombre de la playa duerme en una cala solitaria sin más abrigo que la nana que produce el sonido del romper de las olas en la orilla y bajo un cielo demasiado contaminado y negro. Duerme en la arena, cubriendo su cuerpo enjuto con una manta. Es alto, delgado y su cuerpo está requemado por el sol. El hombre de la playa no es un emigrante, ni un vagabundo, ni un sin papeles. Ese hombre es compatriota nuestro del Norte de España. Al hombre de la playa la vida le ha dado aldabonazo, lo ha perdido todo. El coche lo dejó por el camino, y en esa caída en viaje libre, perdió familia y amores. Es un hombre jovial al que solo le queda la sonrisa y una mochila. El resto de sus pertenencias las dejó en la consigna de una estación de tren. -¡Ya los iré a buscar cuando pueda! – exclama con acento norteño. El hombre de la playa trabaja de cocinero en un hotel de cinco es
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