HOY HABLO
DEL AMOR PORQUE ME SIENTO FELIZ… MAÑANA SEÁ OTRO DÍA...
Decían los antiguos
que sin amor no se puede vivir, y es cierto. En una sociedad como la nuestra,
donde los intereses económicos, intereses de mercado, nos hemos vuelto
solitarios.
Olvidamos
frecuentemente que el amor forma parte de nuestras vidas, el amor como genérico
contextualizado a nuestra manera. Intentamos ver el amor como algo comercial,
una campaña de marketing para los más ilusos que llenan su vida de aventuras
sin fondo, de carreras sin retorno.
Nos olvidamos frecuentemente que el amor es el motor de
nuestras vidas, y que es el ingrediente que nos hace seguir resistiendo los
envites de la vida.
El amor a los hijos, el amor a la familia, el amor de una
pareja. Desestimamos los beneficios que el amor nos trae, sumergiéndonos
frecuentemente en sentimientos nada sinceros.
Sin embargo, ni las riquezas materiales, ni los adelantos en
nuestra actividad laboral, ni siquiera los ascensos o el reconocimiento social,
hace que seamos más felices.
La felicidad fuera de
todo eufemismo, es un conjunto se situaciones que nos hacen vivir en paz,
primero con nosotros mismos, y por esa extraña fusión con el universo con todos
los que nos rodean.
Malgastamos nuestra alegría estropeándola en cavilaciones
que nos atormentan, cuando todo es mucho más sencillo de lo que nosotros
creemos.
Nos envolvemos de
trajes superpuestos, que hacen que nuestra vida sea opaca, y ni siquiera nos
estremecemos por nada de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Estamos demasiado ocupados en realizarnos, mirándonos
denodadamente a nuestro ombligo, para satisfacer nuestras vanidades, sin
embargo no comprendemos que el amor es el que nos hace más libres y más
humanos.
Encontrar el amor por despiste, por pura casualidad, y saber
el valor que nos representa, debería ser, sin lugar a dudas una de nuestros
fines.
Todo es efímero, y he aprendido a vivir el día a día, el
paso seguido del otro, sin preocuparme lo más mínimo que ocurrirá dentro de los
años.
Seguramente es una inconsciencia adolescente que no quiero,
ni creo debería perder en el camino. Soy feliz hoy, y seguramente mañana
también lo seré porque mañana no dejará de ser otro hoy.
Perseguimos un amor utópico sin darnos cuenta que el amor de
cada día es el que cuenta, del que está a tu lado, del que te acompaña, y el
que se ríe contigo. Los otros amores, son una memez. En realidad el amor diario
es el que perdura, pero no porque nos hagamos la idea que será perdurable, sino
porque hace cimientos sin darnos cuenta.
Posiblemente y a lo
largo de nuestra andadura, nos demos cuenta que es ese amor el que cuenta, y no
aquel ideal que perseguimos en un momento determinado.
Encontrar el amor a
cualquier edad, sin distinciones ni prejuicios, y entonces cuando estemos
seguros vivirlo intensamente, dure lo que dure.
¡Qué importa!
Si lo vivimos
intensamente, es aquello que nos llevaremos. Lo demás es una tontería irreal, y
la vida es real y mundana.
Creo que el amor, aunque un día dejé de creer en ello, sin
embargo al parecer alguien allí arriba se acordó de mí y me lo dio sin pedirlo.
¡Sed felices!
Angels Vinuesa
Comentarios