

Hay ocasiones en las que la tierra se enfada y ruge. No sabemos exactamente el porqué ocurren estos fenómenos, pero siempre que suceden atacan a la parte mas débil del ser humano.
Los países mas pobres, son además de serlo, los menos protegidos. La infraestructura de las viviendas, en su mayoría chabolas, no aguanta ni un soplido del viento. La escasez de medios sanitarios quedan patentes, no tan solo cuando existen pandemias de enfermedades, sino también mucho más acuciante cuando ocurren grandes catástrofes.
Las debilidades de gobiernos autosuficientes, que enriquecen a los más poderosos, y dejan al pueblo con el rango muy por debajo del umbral de la pobreza, en situaciones críticas, es cuando se ve la verdad de los sistemas.
Y la gente va malviviendo , con menos de un euro al día , y sus situaciones personales nada importan a las grandes potencias mundiales , solo son países tercermundistas , que ya delegados a ser los mas pobres , quedan con la etiqueta de serlo sin poder salir del agujero .
Es cuando ocurre una gran hecatombe como lo ocurrido en Haití en estos dos días, cuando el mundo se pone el pañuelo de la salvación y corre despavorida a ayudar. Es entonces cuando todos los países del mundo, se quitan el velo de la vergüenza, y acuden en masa a llevar algo de esperanza para los más desfavorecidos.
Pero ya es tarde, porque miles de muertos se acumulan en las calles, porque se hace patente la insuficiencia de medios humanos, logísticos, y la falta de previsión. Y entonces solo nos queda lamentarnos viendo unas imágenes retratadas en el horror, y la muerte.
Es entonces cuando las lamentaciones del que se hubiera podido hacer, llegan demasiado tarde a los acontecimientos, y solo la desolación de los que han sufrido el terremoto nos hacer vibrar las conciencias.
Era sabido que Haití es uno de los países más pobres del América , era constatable que su infraestructura de viviendas no resistiría ni una tos del dios Eolo , machacado por la pobreza y casi la indigencia de los habitantes que estaba a niveles por debajo de los mínimos .
Todo eso se sabia, y sin embargo un hermoso Palacio Presidencial en blanco impoluto, estaba repleto de comodidades. Aunque en esta ocasión nadie se ha salvado de la quema, y el Palacio también ha caído.
La tierra ha rugido desde sus entrañas , para demostrarnos que nadie esta a salvo de sus iras , pero que países como Haití , hoy en el caos , podían haber reestructurado sus cimientos .
Lo mas triste es que después que pase un poco de tiempo , que todos los países de mundo se vuelquen en ayudar a los mas desfavorecidos , después de todo este esfuerzo mundial ,Haití seguirá siendo aún mas pobre que lo era antes , y sus dirigentes se seguirán llenado los bolsillos .
Es ahora , el momento de las lamentaciones internacionales , La ONU, y diversos países ponen toda la carne en el asador para facilitar , profesionales y material humanitario , asi como los bomberos expertos en catástrofes con sus perros para buscar a personas desaparecidas .
El seísmo ha matado a decenas de personas, aún sin evaluar, pero sobre todo ha dejado al descubierto un país que ya antes del seísmo estaba condenado a la muerte.
Nueve millones de habitantes de este pequeño país caribeño , han sido ahora azotados por la tragedia , el baile de cifras sobre los muertos nos deja entrever la desorganización de un sistema que nunca ha funcionado, y que ahora con la lanza que ha disparado el centro de la tierra se hace mas visible .
Pero ahora lo que toca es ayudar, mañana ya veremos
Angels Vinuesa
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