

Según una encuesta del RACC los catalanes hacemos cola durante mÁs de seis días laborables al año , eso quiere decir que perdemos nuestro tiempo , inútilmente esperando que nos toque el turno, y con cara de gilipollas .
Sufrir una cola hace que nosotros , humanos corrientitos quedemos reducidos a la nada. Tú que eres una persona con derechos , cuando haces una cola en cualquier sitio sólo eres: “un tipo haciendo cola”
Y hacemos cola para cualquier cosa, desde pedir la tanda en una pescadería, a hacer cola en un atasco, o en la consulta de un médico.
La gente que pasa por tu lado y no está haciendo cola se descojona de ti, y encima los que tendrían que hacer que las colas fueran mas cortas en tiempo y distancia, no sé como se arreglan para que el tiempo de espera se haga interminable y hagan justamente lo contrario.
Vas al banco, o a cualquier sitio oficial y siempre te encuentras que de las cuatro ventanillas dos están vacías, y sólo trabaja “el pringao”, y tú piensas:
¿Dónde estarán lo que faltan, seguro que desayunando?
Los otros funcionarios si están, misteriosamente no se ponen de cara la público sino que están realizando otras tareas , o mirando la pantalla del ordenador , y pensando en quien sabe .
Pero tú que estás en la cola, piensas. ¡Joder! , si todos aquellos estuvieran de cara al público atendiendo, no tendríamos que esperar tanto rato.
¡Pero ésto es un pensamiento inútil!
Y ¡solo sirve para cabrearte más!
Para colmo los teléfonos, cuando ya estás a punto de abrir la boca para decirle al funcionario cual es el motivo de la consulta, suena el teléfono , y ¡claro! , Lo contestan, y empiezan a consultar papeleo, dejándote sola y con cara de tonta volviendo a esperar.
Cuando por fin cuelga el teléfono , y le pides la solicitud , va y te dicen:
¡ rellene este papel ¡, con lo que te dejan a un lado y el siguiente se te cuela .
¡Dios!
Otros que hacen cola por gusto son los jubilados , hay tres situaciones inconcebibles para mí , una es ver como trabajan en una obra , otra sentarse en las estaciones de tren a conversar aunque no viajen nunca , y la tercera es hacer cola para todo;
Tanto sea en el banco, como en cualquier lugar , y además como no tienen prisa, pues marean la perdiz a todo funcionario viviente.
Pero cuando haces una cola , te abstraes en tí mismo ,y tu vista esta fijada en el numerito que sale en una pantalla , supongo que para ver si te toca antes , pero los números ya lo dicen los matemáticos son correlativos , y por mucho que te fijes en la pantalla , tu número no saltará por delante de los otros, aunque si te puede pasar , que como piensas que te quedan 20 números y te dará tiempo a fumarte un cigarrito fuera del edificio, cuando vuelves , resulta que los 20 números eran fantasmas y ya se te ha pasado el turno .
Sólo hacemos colas para cosas malas , pagar recibos , pagar el seguro del coche , pagar impuestos , pagar la compra y nunca para cobrar , pero como toda situación límite , siempre hay un tope de tolerancia .
Llega un momento en la cola que hay alguien que empieza con el ronroneo:
¡Esto es intolerable!
Y no cae en saco roto , sino que a este rumor hay otros muchos que se añaden y como una ola empieza a subir el tono de las protestas cada vez mas airadas , cada vez mas fuertes de tono, y todas las miradas se fijan en el funcionario que escuchando tal alboroto , “Coge las de Villadiego” y se va.
¿Dónde?
A desayunar de nuevo, y tú piensas:
¡Joder! anda y que no desayunan veces.
Las colas de los parques de atracciones son un punto y aparte , te hacen caminar y caminar y dar vueltas absurdas , creyendo que la cola se te hace más corta , pero en realidad lo único que hacen en marearte de lado a lado .
La cola más absurda que he visto en mi vida, fue en la Expo de Sevilla.
Allá andábamos todos de lugar a lugar haciendo colas larguísimas, de foro en foro, hasta que unos guasones y espabilados, ¡siempre los hay!
Se pusieron a hacer una cola delante de una pared.
¡Cómo lo oyen!
¿No saben que ocurrió?
Pues que la gente ya aborregada de cola en cola , se puso detrás de aquellos infames , haciendo cola a la nada , pues allí lo único que había era un triste pared .
¡Menos mal que en la red no hay que hacer colas!
¡De eso nos hemos salvado!
Angels Vinuesa
.
Comentarios