


De vez en cuando salpican noticias en los informativos sobre las distintas formas de consumir, traficar o vender droga. Nos colocan el mausoleo de la droga en la zona de la Cañada Real , o nos asustan con el consumo creciente de otras drogas , como los anestésicos entre los mas jóvenes que hacen del fin de semana un atracón de sustancias estupefacientes.
Son noticias puntuales, y continuadas en el tiempo que nos alertan de cómo se las ingenian los narcotraficantes, para introducir la droga en nuestro país, o de cómo van cambiando las tendencias de consumo.
Dentro de todas las variedades con las que cuentan los grandes narcos, nos han enseñado que pueden entrar en nuestro país, dentro de un plato, o en el interior de la Yuca. Que pueden pasar en el interior de los cuerpos/culos de los muleros, o en los lugares más insospechados.
Nunca , claro, se anuncia la detención de los grandes narcos , salvo si son en países de Latino América , pero ayer la noticia saltó con el sobrenombre de "Operación Taller" , y yo añadiría nuestros “narcos mas cañis”
Los hechos se desarrollaron en la localidad madrileña de Valdemingomez, y estaba representada por el clan gitano de “Los gordos”, rotulado con tiza en la columna de la puerta.
El montaje que habían hecho no tenia desperdicio, desde habitaciones para fumar o inyectarse, hasta salas de vudú, puertas blindadas y hasta un aparcamiento para coches.
La dirección de tal "búnker”, aunque desde fuera pareciera mas una casucha, estaba compuesta por las mujeres del clan que eran las que suministraban la mercancía y cobraban en efectivo (en una cesta de mimbre) tal como se pudo ver ayer en las imágenes.
Distribuidas por turnos de dos mujeres , mañana tarde y noche y protegidas por un sofisticado sistema de video vigilancia , los "drogatas ", pasaban controles como los de aeropuerto , colocándose en fila india, y sin inmutarse , ni hacer jaleo para comprarla mercancía que estaba localizada en el centro del búnker , y repartida en cuatro palanganas/platos , una para la coca , otra para el hachís, , otra para la heroína y la última un mix de ambas.
"Las dependientas de la droga" recogían "la pasta" y la introducían en una caja fuerte que estaba abierta detras del improvisado mostrador, cuando el cestito de mimbre estaba a rebosar de billetes de todos los colores.
Una vez se habían adquirido la droga , se podía pasar a departamentos estancos o habitaciones aisladas para poder colocarse , aunque paradójicamente estaba sembrado de carteles en los que se podía leer (zona para no fumadores ), imagino al no tener otro tipo de cartelería más concisa pero que, en todo caso, llevaría el sello de “aquí uno se coloca “
Si bien en su exterior daba la apariencia de una casa medio abandonada, nada que ver con el grosor de la paredes casi 10 Mm... de espesor que los agentes tuvieron que taladrar para poder entrar a efectuar las detenciones.
Se podía, en dicho recinto de venta de drogas también, poder hacer uso de las artes de la magia negra , utilizando la maldición gitana con muñecos del vudú , donde podrían, una vez colocados ver a los zombies paseándose.Todo un "pack":Dos por uno.
Una anécdota más, y algo que contar sobre como funciona nuestra red de narcotráfico a baja escala, y de la forma mas cañí.
¡Para que después digan!
Angels Vinuesa
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