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¿TU SABES QUE EL MAR HABLA POR LA NOCHE?








…Basado en hechos reales, en la Platja Llarga de Salou (Tarragona)…

¿Tú sabes que el mar habla por la noche?
-¡Venga no me fastidies que me da yuyu!

-Por la noche cuando atardece, sube la marea, entonces es cuando oirás el ruido de los truenos sacos. Son golpes del mar contra la rocas, parecen como si fuese una tormenta pero no lo es.

En ese momento miré el cielo estrellado, no podía haber tormenta esa noche. Era prácticamente imposible, el cielo estaba impoluto de un color negro, y salpicado de pequeñas luces, Casiopea, la osa Mayor... ¿Qué me estaba diciendo? Realmente me estaba tomando el pelo.

Anochecía, las pequeñas luces de los barcos faenando en la lejanía parecían puntitos de luciérnaga en la cerrada noche. El mar estaba completamente tendido y sereno. Las olas babeaban en la orilla rompiendo en la arena como si fuese una composición del mejor músico.

No había ni el menor resquicio que el mar embraveciera, era una de esas noches de verano donde el sofocante calor solo se puede sobrellevar sentado al borde del mar.
Esa había sido mi intención esa noche, pero la conversación me tenía como la escarcha.

Conversamos de diferentes temas, diversos puntos de vista distantes en la diversidad cultural. Nada que no se pudiese sobrellevar. Pero de repente un aire sutil empezó a remolonear por la orilla.

El mar se empezó a rizar , haciendo cabriolas en la distancia .Las olas se despertaron de repente acompañadas por el viento , y como si fuese un sueño , el mar empezó a crecer .

-¡Aparátate de la orilla, que te mojarás!

Vi como una tras otra las olas perseguían mis pies hasta mojarlos .Realmente la marea estaba subiendo.

Aparté la toalla unos metros y me volví a sentar.

Observaba el seguimiento de las olas que ahora se hacia mas grandes, cuando de repente lo escuché.

Era un trueno o así me lo pareció...

¿Va a llover? - le pregunté incrédula.
-No, la noche esta serena, es el mar que se despierta de su letargo-me contestó

Me estaban dando escalofríos, ¿Tendría razón en que aquellas voces se oirían?
Estuve en un tris de marcharme, pero la curiosidad pudo más que el miedo que sentía. Si aquellas voces se oían yo quería ser espectadora de tal paranormal evento.

Otra vez el trueno, ahora se escuchaba más cercano.

¿Qué es ese ruido? - le pregunté
Es el mar que choca contra las olas – dijo quedadamente

Agucé el oído, y todos mis sentidos estaban en alerta. Escuchaba ahora más nítidamente como el ruido seco del mar chocaba contra las rocas…
Ahora escucharás los silbidos –me dijo tranquilamente

¿Que silbidos?- le pregunté

-Son el anuncio de las voces que llegan, son como quejidos de personas que se ahogaron y que por la noche lloran la ausencia de los suyos
-Venga ya ¡me estas tomando el pelo!

Mientras le contestaba, restándoles importancia al hecho de los silbidos que ahora si los escuchaba muy próximos , pareciendo suspiros latentes y entonces la escuché.

Era una voz femenina, un lamento, un lloriqueo, un sollozo
Me estremecí.

-Caray, eso es un gemido. Dije afirmándome y dándome el valor que ya no tenia Pues las piernas me temblaban, y tenia que sostenerlas con ambos brazos.

-Si, es un llanto de una mujer que se ahogó en esta playa según me explicó, pero hay también voces de niños, y de hombres, lloran y piden auxilio.

¿Qué te explicó? – dije estupefacta
¿Quién te lo explicó la mujer?- volví a repetir.

-El otro día me despertó el silbido y después el lamento, venia del fondo de la cala, así que me acerqué hasta allí, pensé que alguien estaba en peligro, pero al llegar no vi a nadie .
Me senté un rato en ese lugar, en ese momento la escuché nítidamente,

Le escuchaba anonadada, no podía creer lo que estaba diciendo.
-Prosigue – le dije impaciente

-Pues, me acerqué a la orilla, y entonces su voz me llegó como si viniera del agua. Me dijo.-prosiguió -que se había ahogado en esa playa y que cada noche acudía para ver si sus pequeños vinieran a verla.

-¿Y no han venido verdad?- le dije ya inmersa en aquella locura.

-No, nunca más han vuelto, por eso llora – respondió

-¿Te dijo su nombre? Yo que se, podríamos buscar a los familiares y decirles que vinieran aquí.

Estuvo en silencio unos segundos que me parecieron eternos, acuciados por mi inquietud.

-Dijo que se llamaba Amelia,- contestó
-Amelia que más – le dije
- Solo Amelia, nada más –me contestó

Me quedé un rato más, pero las voces ya no se oyeron, la marea volvió a bajar y el mar quedó como al principio calmado y sereno.

¡Quizás mañana vengan!- me dijo convencido

¡Quizás!- le respondí

Angels Vinuesa

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