

Hoy con puntualidad inglesa nos hemos reunido en la puerta del CAP para rendir homenaje a la doctora asesinada en Murcia.
Las consultas se han paralizado, y médicos, enfermeras, personal administrativo y algunos peatones que se han añadido a esa gran masa blanca que en la puerta del ambulatorio decía;
¡Basta!
El silencio ha sobrecogido a la ciudad, y hasta los pájaros que cantaban en el parque cercano han callado, los coches han detenido sus motores, y nada se ha oído en esos momentos de silencio
Siempre en estas ocasiones, desgraciadamente hemos tenido que realizar este acto solidario por distintos motivos, me ha sobrecogido. En esos largos minutos sin embargo he tenido la sensación de pensar:
¡Ya lo sabían que esto ocurriría!
No en Murcia, o en Madrid o Barcelona, no importa el lugar pero la violencia que se ejerce sobre el personal sanitario es cada vez más frecuente y más agresivo. La administración lo sabe , de hecho yo he realizado cursos sobre este tema hace ya bastantes años atrás ,pero me pregunto porque no se ponen los medios mínimos . Porque en centros de salud donde existe una máxima conflictividad social no se colocan agentes de seguridad, porque no se aplican medidas preventivas de aviso en las consultas en caso de agresión.
La política de decir que todo vale , nos ha llevado a un sistema permisivo , donde todo entra , y donde decir un no con causa justificada nos puede llevar a situaciónes críticas .
Nosotros como profesionales de la salud , lo que queremos es hacer nuestro trabajo de la forma más justa para todos , y aplicar nuestros conocimientos para el bienestar de la población , pero una extremada permisividad nos ha llevado en estos momentos a esta encrucijada , más si añadimos las situaciones personales que conlleva una gran crisis económica , donde falta el trabajo , el dinero y en mucha ocasiones la dignidad arrastra a las personas a situaciones límite.
Los profesionales de la salud estamos en una situación de vulnerabilidad permanente , y no se puede permitir que ocurran hechos como los acaecidos en Murcia , que cualquier desalmado , entre con una pistola , sin ninguna impunidad y que dispare a bocajarro al primer profesional que se le ponga por delante .
¡Madre mía cuantos pensamientos en cinco minutos de silencio!
Angels Vinuesa
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