


Ante tanta desolación en Haití, tanta desorganización, y la escasez con la que llegan las ayudas humanitarias, ayer saltó a la palestra una imagen que posiblemente será un icono de esa tragedia.
La esperanza aún hoy en día de encontrar personas vivas entre los escombros, va de la mano con la imagen de miles de cadáveres que se amontonan en las calles, llevadas por escavadoras a incineradoras improvisadas junto a la basura. Hasta la muerte ha perdido la dignidad , los familiares que encuentran a sus congéneres fallecidos no tiene ni siquiera ataúdes para enterrarlos , ahora la urgencia es deshacerse de aquellos que quedaron atrapados para que no se produzca una epidemia de cólera.
Personas que deambulan como zombies por la calles , con la ilusión de encontrar un mendrugo de pan , mientras las ayudas se encuentran en el aeropuerto dispuestas a distribuirlas , pero sin medios de cómo hacerlo .
El caos se ha apoderado de un país que ya lo estaba antes, pero que ahora con el terremoto se ha destapado la miseria y la pobreza.
No hay equipos sanitarios, y los heridos se agolpan en las calles que se han convertido en improvisadas casas para aquellos que lo han perdido todo.
No hay nadie que ponga orden ante tanto desorden, hasta los militares hacen la vista gorda ante los saqueos, porque se ven impotentes en frenar a una masa que no tiene que echarse a la boca.
La tierra rugió antes y ahora son los estómagos de personas que han perdido el tiempo de llorar a sus muertos, y que solo desesperan por algo de ayuda para aliviar sus dolores.
Sabemos hoy que hay tres españoles que han perdido la vida en esta tsunami de la muerte , pero nos llega una imagen amable, que hace que nuestras conciencias se remuevan y que las lagrimas afloren en nuestros ojos cansados de ver tanta desolación .
El bombero español dando un abrazo a la vida del pequeño de dos años que llevaba más de 52 horas bajo los escombros, y que yacía en un abrazo de muerte junto a su abuelo.
Oscar Vega, el bombero español que ha sido el protagonista de esta tierna historia, le decía cariñosamente aún sin entender su lengua que le abrazara, y el niño se agarra al bombero en un halito de vida.
Redjeson Hausteen , el niño ha sido portada de los medios nacionales e internacionales , y las palabras del bombero español “Vamos cariño, que te vienes conmigo “ ha hecho millones de personas llorasen antes este hecho .
Desgraciadamente este hecho es solo una isla, en la desgracia generalizada que se ha convertido el terremoto de Haití.
Seria necesario que en ese país alguien pusiera orden, en el reparto de alimentos, de agua , de medicinas y que por fin sintamos que todos aquellos que han aportado su granito de arena , vean al menos que ha servido para algo .
Mis sueños esta noche estaban plagados de zombies que vagaban por la calles de Haití, por eso se necesitan mas abrazos a la vida, que la muerte ya está ahí.
Angels Vinuesa
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