LADY
MERCADILLO
Lo tengo que confesar
me gusta ir al mercadillo, más
aquí que tenemos uno de los más
grandes de Europa, Bonavista.
Me gusta el ambientillo,
las gitanas vociferando, música de
flamenco, y todo barato muy barato.
Con esta crisis los mercadillos están a rebosar, la ropa
usada a dos euros tiene más éxito que
nunca, y todos los demás productos,
están a precio de saldo.
Ir al mercadillo
es entrar en esa
mezcolanza de personas , ruidos ,
voces que hacen de estos lugares
sitios especiales . Allí se mezclan
toda clase de personas, sin importarle
la clase social o el rango. Para los
vendedores todas las mujeres son maravillosas, y todos los hombres modelos.
Se afanan en colocar letreros , muchos de ellos con
ingentes faltas de ortografía , y los
mas traídos , son los que marcan a euros
o a dos eros un pantalón o una camisa .
La verdad es que
estando en ese caos , revolviendo
montones ropa , regateando con los vendedores , o
buscando tallas imposibles , es
realmente una aventura increíble .
Puedes encontrar
hasta cremas de
marcas conocidas , a muy bajo precio , que si
las comparas en su precio actual te parece irrisorio lo que te piden por
ellas , cuando intentas , interrogar si
son de marca o imitaciones , los feriantes te
dicen algo así como :
-Es una larga historia-
Tú en ese momento le haces un guiño cómplice, y no le preguntas más, porque una no está
para gastarse cien euros en una crema
antiarrugas.
Los colores fosforitos,
se mezclan con los azules , los rosas , y los verdes y tú piensas..
…¡Ya es verano en el mercadillo!
No sabes bien si ,
los modelos son de este año o del pasado , pero después cuando
acudes a tiendas más sofisticadas te das cuenta , que mucha de la ropa que
venden , es completamente idéntica
al que tu vistes , pero mucho más cara , y entonces te entra unas ganas de reír a carcajadas , pensando que la compraste por la mitad de precio , y o una de dos , te engañan en las tiendas o lo otro
es una visión .
En las
serpenteantes vueltas que das alrededor del descampado donde está
el mercadillo , te mareas viendo , una y
otra vez las paradas , repletas de colorido , donde tú vas escogiendo
con mimo y esmero, las prendas más
parecidas a las que ves en las
revistas de moda.
Y a veces te cruzas
en los caminos con gente que se dice
de bien estar, y se hacen los disimulados, como si no te hubiesen visto.
Pero tú , que ya tienes edad para “ponerte el mundo por montera” , y que te
importa “un pimiento” lo que piensen de ti
, te los quedas mirando fijamente , y hasta les haces un gesto con los dedos para que
vean que les has visto, aunque luego te lo nieguen cuando los ves en una recepción,
donde lucen uno de aquellos
modelitos que vistes colgados de una pobre percha en el mercadillo.
Y se convierten por
honores propios en:
¡Lady Mercadillo!
Angels Vinuesa
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