SONIDOS DE
CUBA
Cuba se despierta bulliciosa, cuando ese permanente sol
anuncia su albor , ya cuba se mueve a
golpe de bicicleta , bici taxi, o en coches de caballos .El rumor de gente
es palpable en cada rincón, los niños a las escuelas, los trabajadores del estado a sus
establecimientos , o los que gracias a las patentes hacen su labor por cuenta
propia.
En cada esquina se
levantan pequeños puestos de frutas o viandas, cualquier mueble de
deshecho sirve de mostrador, y por cualquier calle maltrecha , dónde el asfalto se olvidó, y la tierra hizo de su movimiento las
estrechas callejuelas, que lindan a
ambos lados con la alternancia de casas
de madera , o de mampostería con grandes enrejados en sus frontales ,arropadas
por grandes árboles de mangos que dan su sombra
silenciosa, se mueve la vida.
Las mujeres sentadas
en los portales de las casa comentan los
últimos chismes y bretes de sus convecinos, y los hombres aquellos que trabajan desaparecen durante
horas, los otros, permanecen sentados viendo pasar la vida de un forma silenciosa, esperando arañar unos
cuantos pesos que llevaran el
arroz o el puerco para la sustento diario.
Pasan las horas entre
el ir y venir de los coches tirados por escuálidos
caballos o los esforzados bici taxistas que sacan la hiel pera llevar a los ciudadanos, esperando que no les caiga algún
gordo con el que no puedan circulan con
poca comida en el estómago.
Llega el almuerzo ,y la vida sigue a paso lento , esperando
ellos agarrar una botella de ron y ellas la hora de la novela que se afanan por
averiguar cuál será el destino de los
actores venezolanos o brasileños que
conforman la vida dentro de una
televisión escasa de canales , con mucho
contenido educativo , pero muy poca
diversión , ni siquiera las películas están dobladas , teniendo que leer constantemente los subtítulos.
El sonido del dominó,
en las mesas colocadas en cualquier parte de las calles, lleva el son de un
país que decelera su ritmo, las broncas
por el juego, se quedan inmersas en la
propia partida, y aunque discuten escandalosamente, las disputas se detienen cuando alguien se levanta de la mesa, para
dar paso al siguiente jugador.
La amalgama de
tiendas se entrelazan entre los
portalones de lo que fue una espléndida
ciudad, un hotel con un rotulo de 1924, adaptado ahora en casas particulares,
se desmorona a pedazos ,y la doble
moneda del país subdivide a una población entre los dólares, y la moneda del
país , los precios inasumibles para todos aquellos que no tengan remesas del
exterior se contrarresta con los vendedores callejeros, que aun con las
intensas lluvias tropicales siguen
vociferando su mercancía de croquetas , escobas, pan o coditos
(macarrones ).
El final de la novela
marca el fin del día, que apagan
junto a las televisiones, el
pobre alumbrado de las calles, y solo quedan algunos pocos ya nublados
por el ron de calle, alcohol de 90 grados ingerido en cantidades insalubres.
Duerme Cuba, y solo
el sonido del cacarear de los gallos marcan un nuevo día.
Angels Vinuesa
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