Es frágil como una sirena, de cabellos rubios a pesar de no ser de PP, conserva el aire de empollona con gafas añadidas. Esa mujer que fue capaz de desafiar al protocolo Real, presentándose con traje pantalón de gala según sus diseñadores, es la catalana Carme Chacón. Ya traía maneras en su mandato anterior, pero fue cuando le propusieron ser la Ministra de Defensa, cuando un embarazo no le impidió medirse con los altos cargos del ejército. No guardó ni el tiempo reglamentario que le correspondía por la baja maternal, incorporándose a su nueva andadura sin complejos. Los trajes de camuflaje del ejército le quedan demasiados grandes para su envergadura, pero ella no duda en vestirlos con seriedad implacable. Una ministra que mira de frente y estrecha la mano con firmeza, la misma que condecoró a las mujeres en un ejército de predominio aplastante masculino. No se amedrenta y es capaz de volar a los lugares en conflicto la primera. Aparece como una becaria, con la
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