Es curioso como las pequeñas cosas y los más insignificantes detalles tienen una transcendencia capital en una vida. Ayer cuando me disponía a llamar por teléfono paras saber como se encontraba después del fallecimiento de mi madre, y buscar en el móvil su nombre es cuando fui consciente que realmente se había ido. Su nombre registrado en mi móvil tendría irremediablemente que cambiarse, por el de mi padre que ahora era el que contestaría a mis llamadas. Hasta ese momento sabia que mi madre había fallecido, pero en ese momento fui consciente que ya nunca mas contestaría a mis llamadas, y que la consabida y repetitiva pregunta desde hacia años de ¿Cómo se encuentra la mama? quedaría muda de respuesta porque ella ya no estaba entre nosotros. Hoy ha vuelto a sus orígenes, a su tierra natal y allí la enterraremos. Trasierra , así se llama su pueblo en al provincia de Badajoz se vestirá de gala para recibir a la que fue su ciudadana mas ilustre y que por motivos de l
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